Batería nueva en el Dell XPS 13 (otra vez)

En 2015 me compré el Dell XPS 13 (9343). La brillante carrera de estos equipos se iniciaba unos meses antes, cuando lo presentaron en el CES, y ya lo tenía fichado como sustituto de mi MacBook Air.

Durante todos estos años el Dell XPS 13 —que tenía sus fallitos, pero que se fueron corrigiendo— me ha proporcionado muchos buenos momentos y también algún que otro buen susto, y tras bastante tiempo dándole caña —fue mi equipo de trabajo principal durante un par de años largos— la batería se fue resistiendo y la cambié en 2019.

En los últimos tiempos ya no uso tanto el Dell XPS 13: está claro que su hardware (Core i5-5200U, 8 GB de RAM) se ha quedado atrás en muchos apartados y por ejemplo no acababa de ir suave con Windows 11, así que acabé reinstalando Windows 10.

Ahora lo usa bastante mi hija Lucía, pero en los últimos meses noté que la batería estaba empezando a dar problemas. No es que no funcionara: es que se estaba hinchando. Es un problema reconocido que Dell comenta en su base de conocimiento, y ya había oído algún caso similar al mío.

Touchpad con batería antigua antes, con batería nueva después.

El problema se notaba especialmente en el touchpad, que ya no respondía a las presiones para hacer clic. Afortunadamente Windows permite configurar un toque como clic izquierdo y dos como el derecho en la configuración de gestos, así que el problema no era demasiado grave. Lo que no quería era que de repente la batería acabara incendiándose o explotando —que también ha pasado alguna vez, al parecer— así que encargué una compatible el otro día en Amazon (45 euros) y acabo de hacer el cambio.

He tardado unos 15 minutos en la pequeña reparación —súper simple, y de la que hay varios ejemplos en YouTube— y he aprovechado para limpiar un poco el ventilador del polvo que se había quedado un poco pegado. Una vez cerrado, la prueba definitiva: el portátil se enciende, y ahora hay que hacer una primera descarga casi completa al 3% para luego cargarlo al 100% y que así la batería funcione a tope.

Más allá de eso, reflexión inevitable: poder alargar la vida de un portátil con un recambio tan sencillo y con un proceso también muy simple es una gozada. Eso es precisamente lo que estamos perdiendo poco a poco con fabricantes que hacen que la reparabilidad sea muy limitada y que hacerlo no salga a cuenta. Yo desde luego seguiré tratando de apoyar el movimiento del 'Derecho a reparar' cuando pueda.