—Están que flipas, Eddy —dijo Harry mientras se disponía a engullir su décima sardina.
Eddy sonreía satisfecho. Era algo que tanto ellos como sus mujercitas habían planeado meses atrás. Unos días de vacaciones todos juntos disfrutando del sol, la playa, los niños y
el FIFA
los espetos.
Harry, experto en