Auge y caída de Netflix

En febrero de 2002 hice un viaje a Palo Alto. Mi hermana vivía allí y tuve la oportunidad de flipar un poco con la American Way of Life, que en perspectiva tampoco era tan flipante. Algunas cosas sí, claro: recuerdo estar en casa de mi hermana y ver que en su recibidor tenía unos sobres raros, no típicos de carta.
En la carátula ponía "Netflix".
Que yo recuerde, jamás había oído hablar de ellos —y ya llevaba tres años en PC Actual—, así que le pregunté a mi hermana de qué iba aquello.
—Pues es un alquiler de DVDs por correo postal" —me dijo.
—¡¿Cómo?! ¿Eso existe?
—Sí, y funciona que te cagas (probablemente no lo dijo así). Tú pagas una cuota al mes, eliges tres DVDs y cuando acabas de ver uno lo metes en el buzón y te llega el siguiente en tu cola.
—Ostras. Cómo mola.
Aquello se quedó así. No le di demasiada importancia, pero tres años después Netflix era otra cosa. Había dejado atrás (bueno, no del todo) lo del alquiler de DVDs por correo postal y se había metido en el streaming de contenidos. Llegaba a España a lo grande tras conquistar Estados Unidos, y en los últimos años ha protagonizado una marcha imperial: no paraba de ganar cuota de mercado y suscriptores. Todo era felicidad y en 2018 yo publicaba aquel tuit tan simpático:
Su crecimiento en todos los sentidos era apabullante. La pandemia de hecho benefició a Netflix y al resto de servicios de streaming: como durante el confinamiento no se podía salir de casa, tanto a Netflix como a Apple TV+, HBO, Disney+ o Prime Video eso les sentó estupendamente. Fueron trágicas beneficiadas de la pandemia, y Netflix siguió creciendo como la espuma, aunque esta vez lo hacía acompañada de sus rivales, que empezaban a enseñar los dientes.
Toda esa historia de felicidad se truncó ayer. Netflix presentaba resultados fiscales terribles y malos resultados económicos, pero también operativos: la plataforma perdía suscriptores por primera vez en una década. 200.000 en el primer trimestre del año, pero prevén perder otros 2 millones (ahí es nada) en el segundo.
¿Qué ha pasado? Veamos:
- Cantidad sobre calidad. Lo comentábamos esta mañana en el Slack de Xataka en un debate muy animado. Netflix se ha convertido en una churrería de contenidos. No paran de sacar series y películas, pero tener tantas opciones puede ser contraproducente. Quizás recordéis la historia de los tarros de mermelada que luego volví a mencionar con aquel post de 2011 de la paradoja de la elección. A menudo más es menos.
El problema es que Netflix ya se ha convertido en esa plataforma que tiene un montón de contenidos que en muchos casos son simplemente mediocres entre los que casi todo es olvidable. Hay algunos pelotazos, por supuesto ('The Crown', 'La casa de papel') y también buenas pelis y series de antaño, pero de todo lo que hacen ellos como productora, da la sensación de que en Netflix prima la cantidad sobre la calidad. HBO Max y Apple TV+ son justo lo contrario: ofrecen muchas menos cosas, pero la proporción de las que molan es muchísimo más alta. - El precio está bien si compartes cuenta. Si os pasáis por la página de planes y precios de Netflix veréis cómo el coste de la suscripción es a priori muy elevado. No solo eso: si uno quiere la suscripción básica las prestaciones son lamentables: pagar 7,99 euros al mes por emisiones a 480p (¡480p! ¡Ni siquiera 720p!) es un dislate. El plan estándar de 12,99 euros al menos ofrece calidad 1080p, pero el que diría que tiene más gente es el plan Premium de 17,99 euros porque permite disfrutar de contenidos 4K y teóricamente se pueden usar cuatro dispositivos de forma concurrente aunque en realidad se pueden usar aún más (no estoy seguro del límite).
El caso es que por lo que sé, prácticamente todo el mundo comparte la cuenta Premium entre cuatro personas. Eso hace que el precio final sea aceptable, pero el chollo se va a acabar. Resulta que Netflix ya ha dicho que va a poner en marcha un sistema para evitar esa compartición masiva de cuentas. De sus 226 millones de usuarios actuales, dicen que 100 millones usan cuentas compartidas de forma abusiva, así que tarde o temprano compartir cuenta con alguien que viva fuera de casa hará que esa persona tenga que pagar entre 2 y 3 dólares más.
Teniendo en cuenta que ya han subido el precio en EEUU otra vez —aquí la última subida fue la de octubre— es de esperar que en los próximos meses el plan Premium cueste 19,99, pero si quieres usarlo con otros tres, el precio total llegará teóricamente a los 19,99 + (3 usuarios extra x 3 euros/usuario)= 29,99 euros cuando ahora pagábamos 17,99. Es una subida del 66,7%. Una absoluta burrada que sin duda provocará una sangría de suscripciones y, además, otra cosa de la que luego hablaré. - Netflix vivía de prestado. Cuando Netflix era la única referencia clara de este segmento, en Hollywood no tenían problema en llegar a acuerdos para que allí se pudiesen ver todo tipo de cosas. Contenidos de Marvel, por ejemplo, o series como 'The Office" o "Friends". Ahora esos contenidos ya no están allí. Las licencias y los acuerdos han caducado, y Disney+ presume de lo de Marvel, mientras que 'The Office' ya se puede ver también en Prime Video (y no sé si le quedará mucho en Netflix) y 'Friends' se puede ver en 'HBO Max'.
Es lo que contaba mi compañero John Tones hace un rato. Netflix tiene un problema de contenido, no solo por mediocre en muchos casos —la foto de los Bridgerton en ese artículo es bastante definitoria— sino porque otro contenido que tenía no era suyo y se está quedando sin él.
Mi compi también hablaba con acierto del fenómeno del binge-watching y los atracones: tener toda una temporada de golpe es guay, decía, pero al final provoca un problema porque la conversación sobre una serie dura un fin de semana, cuando otras que se emiten por semanas van generando conversación con cada nuevo capítulo. Puede que tenga razón en eso, pero al menos en mi caso lo de tener toda la temporada de golpe me parece brutal: no me importa que el debate se extienda o no, porque yo puedo ver la serie a mi ritmo. Con muchas series de otras plataformas, por ejemplo, acabo esperando a que termine toda la temporada para luego verla del tirón a mi ritmo.
Total, que aquí Netflix tiene problemas graves de fondo. En los últimos meses he visto muy pocas cosas en esta plataforma, y si además de subir los precios acaban impidiendo compartir cuentas —que lo harán— no seré yo quien siga suscrito.
No al menos de forma prolongada, sobre todo cuando pago mucho menos por HBO Max o Disney+ —no digamos ya por Prime Video— gracias a que también comparto cuenta. Ellos probablemente atajen esa práctica en el futuro, pero de momento les pasa como a Netflix le pasaba al principio: que la gente se suscriba es lo que importa: ya nos encargaremos de los que comparten cuenta a lo bestia más adelante.
Todo esto me lleva a pensar en algo curioso: teniendo en cuenta la enorme oferta de contenidos y lo mucho que tendremos que pagar por poder verlos todos en cualquier momento, me da a mí que la gente solo se suscribirá a uno o dos servicios y lo hará de forma intermitente. Puede que tengas uno o dos servicios todo el año, pero todos acabarán subiendo precios y la presión económica va a ser difícil de resistir. ¿Solución?
BitTorrent y eMule.
Tengo bastante claro que estos dos viejos conocidos volverán a resurgir con fuerza. Yo no los uso, ojo, pero me ha dicho un amigo que eMule —qué cosas— va mejor que nunca y que las pelis y series —populares— bajan a velocidades de vértigo. Mi amigo, que sabe mucho de esto, dice que se apaña genial con ese método, y que cuando hay una serie que tiene éxito en cualquier plataforma puede encontrarla a buena calidad en torrent o en eMule para descargarla y verla sin problemas.
Así que a Netflix le veo mal futuro. O se centran y dejan de ser una churrería de contenidos de calidad discutible, o el resto de plataformas podrían acabar con ese dominio imperial que habían tenido hasta ahora del mercado. Lo de su intento de conquistarnos con los videojuegos en móviles no lo veo nada claro, por ejemplo, así que atentos porque esto se pone interesante.
Diría que de hecho en el futuro podríamos ver una concentración del mercado de las plataformas de streaming. Hay demasiadas y eso suele acabar mal. Total, que un "Disney+ compra Netflix" o un "Netflix se fusiona con HBO Max" no sería del todo descabellado.
De momento, eso sí, hoy las acciones de Netflix están cayendo un asombroso 35%. Y como hace tres años, he publicado la respuesta a aquel tuit.
Telita.