Apple Prime
No hablaré hoy de suscripciones a medios (incluido Incognitosis), que de eso tengo post pendiente, pero sí de un curioso par de reflexiones que he leído y que hacían imposible no plasmar por aquí.
La primera, la de Ben Thompson en Stratechery, que sigue prodigándose cada semana con esas 'Tech Business Strategy 101', esas lecciones de estrategia que no resultan claras para el resto de los mortales hasta que las explica en su blog.
En su último post la lección no es demasiado sorprendente, pero sí igual de clarificadora. Allí Thompson nos habla de cómo Apple parece haber alcanzado la "Edad Media" de su historia. El autor se siente impresionado por la estrategia que Apple ha seguido con el Homepod, algo de lo que precisamente hablé en mi Incognicast #11 (Reto del influencer: embeber un podcast propio en tu blog: check).
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Como dije entonces, Apple no quiere tener un altavoz conectado, sino uno mejor. Uno que todos los que ya son usuarios de un dispositivo basado en iOS quieran tener. Más aún: uno que los que todavía no lo son quieran tener, porque de ese modo tendrán un motivo (más) para hacer el cambio al iPhone. Brillante.
Thompson se lía un poco más adelante que finalmente resumen con una frase bastante fantástica:
Por regla general, los aspirantes persiguen la interoperabilidad mientras que los dominadores del mercado ('incumbent') se esfuerzan por la incompatibilidad
Que es, como decía en Twitter, por lo que a Apple le gustan tanto el control y las cosas propietarias. Pasada ya su era de aspirante y convertida en una especie de monoplio disfrazado, Apple quiere exprimir sus iPhone y convertirlos en una vaca con nuevas tetas, por decirlo en plan basto.
El iPhone ya no es solo el iPhone, sino que es un vehículo para encerrar al usuario aún más en el ecosistema Apple. Como tienes el iPhone te suscribes a Apple Music, y como estás suscrito a Apple Music, te compras el HomePod. Y así con otras muchas cosas que hacen que esa pata de los servicios que está creciendo en Apple tenga muchas probabilidades de crecer aún más, y la música podría ser tan solo parte de la ecuación. Aquí no me atrevo a pronosticar si esa Apple TV (no el cacharrito de ahora, no, una tele como tal) aparecerá o no. Incluso tras la famosa frase que Jobs le dijo a su biógrafo, Walter Isaacson de "I've finally cracked it", pero visto lo visto con el HomePod también esperaría que Apple moviera ficha en el sector del contenido audiovisual más pronto que tarde.
El caso es que esa primera reflexión va muy en línea de la segunda, publicada por Christopher Mims en The Wall Street Journal, y en la que este conocido periodista y analista tecnológico hacía una propuesta interesante inspirada por los comentarios de otro de los cibergurús de moda, Horace Dediu, que analizaba los pasados resultados de Apple en su famoso blog, Asymco (negritas mías):
One way for Apple to resolve the hardware-versus-services tension would be to roll them into one giant subscription, Mr. Dediu says.
Mr. Dediu estimates that for every Mac or iPhone, the average Apple customer spends on average a dollar a day on hardware plus services. A customer would spend more for a premium version—say, for a new MacBook Pro and an iPhone X—but calculating the annual value of such a customer should be straightforward for a company like Apple.
Throw in health monitoring, an iCloud subscription, Apple Music, Apple’s original programming and more into a cable-television-like bundle, or a la carte, and Apple could go from being a hit-driven company to one that throws off predictable, consistent, subscription-based revenue. Think of it as Apple Prime.
Toma ya. ¿Pagarías una cuota mensual a Apple para tener un MacBook Pro y un iPhone X, además de una suscripción potente con Apple Music y a iCloud? Ese renting tecnológico existe, desde luego, pero la idea de que Apple aprovechase la idea para tener una fuente de ingresos previsible y sostenida es, desde luego, inquietante. Volvemos al modelo de suscripción frente al "modelo de posesión". Del "me compro una casa" al "alquilo una casa", y cuando digo casa digo coche (renting), digo películas y series (Netflix), libros (Kindle Unlimited) y música (Spotify). Todo eso lo hacemos ya, así que, ¿por qué no alquilar un paquete de una empresa que nos lo dé todo (o casi todo) en uno?
Inquietante, insisto.
Dudo que Apple adopte este modelo a corto o medio plazo, pero la idea está ahí, rondando. Si Apple realmente tiene como objetivo "crear los mejores productos", supongo que les dará bastante igual venderlos que alquilarlos, pero es que además ese alquiler le daría potencialmente más control —de ese control que le gusta a Apple— sobre unos dispositivos que si antes no eran del todo tuyos, ahora lo serían menos. "Ni se te ocurra tocar tu maravilloso iPhone X en alquiler, que si no te puedes cargar tu suscripción al maravilloso Apple Music y su fabuloso funcionamiento con tu maravilloso Home Pod". Todo será maravilloso en ese jardín más amurallado que nunca, pero lo será mientras pagues la suscripción, claro.
Miedito me da pensar que esta idea acabe siendo la norma. Ays.