Apple pisa el freno con el iPad

Algo ha pasado este año. Apple, que en los últimos tiempos había convertido el iPad en una máquina cada vez más productiva, ha pisado el freno con el iPad. No desde luego en el terreno hardware: los iPad Pro basados en el chip M1 son máquinas asombrosas, pero están algo limitadas por el software que las gobierna. No es que iPadOS sea un mal sistema operativo, pero hay aplicaciones que podrían sacar provecho de toda esa potencia y simplemente no están disponibles.
Parecía que este año eso podría resolverse. Que Apple daría un empujón a esas aplicaciones de macOS que quizás deberían estar en iPadOS. No ha sido así, y ayer la WWDC nos dejó con bastantes decepciones precisamente en este apartado: no llegaron ni esas potenciales versiones de Final Cut Pro o de Logic para iPadOS, pero tampoco lo hicieron el soporte de cuentas multiusuario o un mejor soporte de pantallas externas para usar el iPad como un PC de sobremesa (o casi).
Sí que hubo mejoras pintonas en el tema de la multitarea y la pantalla dividida (las novedades en widgets a mí me parecen bastante chorrez), pero es una lástima que la cosa se quedara ahí. Y también pintón eso de poder desarrollar apps directamente en el iPad con Swift Playgrounds. Eso igual acaba siendo una triunfada para que los más jóvenes tengan a su alcance una herramienta de desarrollo potente. Veremos, pero puede ser importante.
Es raro ver que de repente Apple pisa el freno. Está claro que quiere seguir manteniendo bien separaditas las dos líneas de producto: los MacBook y los iMac son para unas cosas, y los iPad para otras. El problema es que ambos podrían hacer lo que hace el otro. Al iPad Pro le faltan esas apps (o que Apple de repente diga que macOS también funciona en los iPad, algo que dudo que pase) y a los MacBook y los iMac les falta soporte táctil en macOS (que sería básicamente lo mismo pero aplicado a estas máquinas).
Durante mucho tiempo he pensado que el futuro de macOS era nulo y que iOS (y sus forks) acabaría convirtiéndose en la opción por defecto en todo el catálogo de Apple. No ha sido así: macOS es ahora más válido que nunca, y lo demostró ayer con la presentación de macOS Monterey, una versión que me gustó especialmente por esa característica del Universal Control.
Apple ha hecho ahí lo de (casi) siempre: coger una idea antigua -en este caso, los KVM, en Windows tenemos la gratuita Mouse without Borders- e implementarla de forma chula en su ecosistema. La idea es genial porque permite controlar con el mismo ratón (o trackpad) y teclado tanto un iMac como un MacBook o un iPad que tengas colocados en tu puesto de trabajo. Me parece evidente que esto es un inventazo para usar el iPad como segunda pantalla de forma mucho más productiva a la hora de trabajar en el iMac o el MacBook, y creo que aquí Apple acertó de pleno.
Había otras mejoras curiosas. El nuevo Safari y su grupos de pestañas parecen estar bien, pero creo que lo que mola especialmente es la llegada de Shortcuts a macOS. Ese sistema de automatización de tareas me parece genial, así que llevarlo al Mac es una buena noticia.
Las otras dos grandes noticias del evento fueron para mí la llegada inminente de FaceTime a Android (veremos si no es ya tarde) y una opción que precisamente llegó a Facetime y que me parece especialmente interesante: Screen Share, la capacidad de compartir pantalla a través de una de estas llamadas y que la otra persona vea lo que tienes en tu pantalla. No llega la nivel de un Teamviewer y no podrás controlar un iPhone desde otro de forma remota, pero al menos sí podrás llegar a ver lo que el otro tiene en pantalla.
Esto es importante para quien como yo tiene familiares con algún iPhone. Cuando te llaman con dudas es muy difícil ayudarles a resolver el problema sin ver lo que está pasando, pero esto abre le camino a poder hacerlo. Dudo que se pueda entre el Facetime de iOS y el que planean lanzar en Android (o igual sí) pero como tengo un iPad en casa, al menos podré hacerlo vía ese método y tener ahí una mejora sustancial en ese tipo de escenarios. Mola.
Más allá de eso, esta keynote del WWDC 2021 fue un poco meh. Lo de la traducción incluso reconociendo el texto de fotos está OK (pero que yo sepa lo hacen en Google Lens desde hace bastante), y lo de usar el iPhone como carnet de identidad me parece hasta peligroso. Me gustó las nuevas capacidades de Photos y la app del tiempo, pero en general vi como un poco vaguetes a los chicos de Cupertino. Como ¿y esto es todo? Son sin duda pequeñas cosas que aportan, pero me faltó un ¡boom!, algo que realmente destacase. No lo hubo.
Pero oye, esto es Apple siendo Apple. Racanilla, ya sabéis. Guardándose ases en la manga, supongo, por si acaban necesitándolos.