Apple Maps y el camino fácil

Estos últimos días no es que no haya publicado por falta de temas: un gripazo antológico me tiene en jaque y con muy pocas ganas de escribir por afición. La devoción, claro, es otra cosa. Pero como soy un tío harto cumplidor me he armado de valor. Bueno, también ha ayudado un poco el tener una oportunidad para meterle algo de cera a Apple :-).
Y es que hace unas horas aparecía un artículo en The Guardian en el que hablaban de cómo Apple Maps finalmente ha recuperado el terreno perdido en iOS 7. Cuando la empresa de Cupertino lanzó su aplicación propia para mapas --según Apple, porque Google les había hecho una guarradilla-- lo hizo en forma de verdadero desastre. Los errores en la aplicación eran notorios y le costaron el cargo a Scott Forstall --de él dicen que era el sucesor natural de Jobs por su talento-- y a Richard Williamson, que se ocupaba por aquel entonces de Apple Maps y al que echaron por esos graves problemas.
Un año después nos encontramos con un Apple Maps que, efectivamente, funciona como debe. Lo he vivido en mis carnes --me da ya igual usar uno que otro en el iOS 7-- y no puedo por más que felicitar a Apple por corregir los errores que dejaban su aplicación en muy mal lugar. Pero tras esa felicitación va una crítica que ya ha hecho antes y mejor que yo Matt Mullenweg, creador de WordPress y que tiene más razón que un santo:
We shouldn’t be surprised that in the absence of choice, people take the path of least resistance. What’s missing in these discussions is how it’s criminal Apple gets away with not allowing alternative defaults for maps, browsers, calendars, and any number of other areas, which means every time you click a link or address in the OS it opens Safari or Apple Maps, in my opinion inferior apps.
Así es. Lo de Apple y su ecosistema cerrado --rollo jardín amurallado-- empieza a ser ridículo. Estoy hasta los c****** de tener que hacer florituras para poder guardar enlaces en Instapaper desde el cliente de Twitter (me he tenido que gastar 3 dólares en Tweetbot, y eso que era un usuario feliz del cliente oficial), y lo mismo pasa con otras muchas situaciones en las que Apple restringe con quién puedes trabajar, y cómo te puedes salir del redil mínimamente, si es que te puedes salir.
El párrafo final de Matt es especialmente clarificador de una situación absolutamente ridícula:
If Microsoft did this a decade ago we’d call for the DoJ to reopen their investigation. Apple has the best phone, best tablet, and in many ways the best operating system — we should not give them a pass for this blatantly self-interested and user-hostile stance. Defaultsmatter.
Ya está bien de suponer que los usuarios son gilipollas. Muchos (cada vez más) tienen aplicaciones y servicios con los que les gustaría trabajar y disfrutar sin tener que meterlo todo en el saco de los de Cupertino.
En Ars Technica también lo contaban hoy en un post en el que contaban cómo tratar de pasar de un iPhone 5 a un Nexus 5 (y viceversa) y de compatibilizarlos al máximo. El propio autor comentaba cómo tratar de usar iCloud era ridículo si uno quería trabajar con ambos smartphones. La única opción era trabajar con los servicios en la nube de Google (o de otros proveedores) porque Android no puede acceder a los datos de iCloud. Solo iOS puede hacerlo, y esa realidad se extiende a otros muchos ejemplos. Lo resumían en una buena frase:
You'll find no officially sanctioned Apple apps in Google Play
Y ese es solo un ejemplo más de esa prepotencia de una Apple que algún día nos acabará de hinchar las narices a quienes aún vemos que las ventajas superan a los inconvenientes. En mi caso ese hinchamiento de narices y de otros órganos vitales es ya patente, y esa falta de libertad que siempre ha sido abanderada en Apple acabará conmigo en otros tercios. El camino fácil, ese del "it just works", también tiene sus pegas.