Android N y la tacañería

Hablaría de la segunda victoria de AlphaGo, pero tampoco quiero machacar al respetable con el tema. Baste con apuntar que en The Verge que está cubriendo el evento y todo lo que le rodea en Seúl, han publicado dos artículos que merece la pena leer.

El primero, el que nos habla de la relevancia de esa primera victoria de ayer. El segundo, la interesante entrevista con Demis Hassabis, el jefazo de DeepMind del que vale la pena conocer algunos de los detalles que indican en ese texto. Lástima que no se moje con el tema de los miedos a Skynet que nos surgen a algunos -todo son ventajas en su opinión, no entra mucho en ese tema- pero por lo demás, muy chulo.

Dos párrafos se me han ido pero es que no podía evitar hablar de ese tema que es para mí hito increíble de estos tiempos. Y ya que estoy recomendando lecturas, va una mía en Xataka: ‘Microsoft y Linux: del odio al amor‘, que perfectamente hubiera cuadrado aquí -aunque con otro tono- y que precisamente es una reflexión sobre ese cambio de actitud -por necesidad- que hemos visto de Microsoft en los últimos meses y años.

Selección_070
Selección_070

Pero de toda la actualidad de las últimas horas me quedo con la salida de Android N en versión para desarrolladores. Personalmente esperaba mucho de esta nueva edición de Android, y de hecho hasta soñaba con un Remix OS oficial ahora que había rumores de fusión entre Android y Chrome OS. Pero de eso nada, monada: por lo que hemos visto la futura versión de Android -esa que previsiblemente no estará disponible de forma más amplia hasta dentro de año y medio- será tan rácana como las iteraciones de plataformas móviles de sus rivales.

Lo más destacable, el soporte del modo multiventana que iOS 9 ya introdujo el año pasado -antes Samsung ya lo había ofrecido en Touchwiz- y que hizo que el iPad Pro, sin ser la pera limonera, ofreciera un entorno de productividad más decente que aquel precipitado Pixel C con el que Google quiso gritar lo de ‘yo también estoy en convertibles‘.

No sé si lo de estar en convertibles importará mucho a medio plazo, pero intuyo que no demasiado. Aquí quienes ya tienen la batalla ganada durante unos años son Android e iOS porque digan lo que digan el único ordenador que necesita la inmensa mayoría de la gente en nuestro planeta cabe en un bolsillo y no necesita teclado.

Puede que precisamente por eso la gente de Google esté preparando una nueva versión de Android tan poco llamativa. Me pregunto en qué narices está trabajando el equipo de desarrolladores de Android durante todo un año para ofrecer tres pijadas que parece que se podrían implementar en un hackaton un fin de semana.

Igual es que Google no está enseñando todas sus cartas, claro. Quedan aproximadamente 6 meses para el lanzamiento final de unos Nexus que debutarán con esta nueva versión, y un par para un Google I/O en el que deberíamos comprobar si efectivamente esto es todo lo que pueden (o quieren) hacer en Mountain View con un sistema operativo que teóricamente (digo yo) debería ser un poquito más ambicioso.

Qué penita.