AI is eating the world

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En alguna ocasión he hablado de aquella célebre columna de Marc Andreessen que publicó The Wall Street Journal. Se titulaba 'Why Software Is Eating the World'. En ella este multimillonario inversor creador de Netscape hablaba de cómo cada vez más empresas se daban cuenta de la relevancia del software y han ido centrando sus esfuerzos en este apartado.

De hecho Andreessen hacía una afirmación interesante, y hablaba de Apple como una empresa de software. Nadie lo hubiera dicho entonces, e incluso ahora es difícil definirla así cuando lo que uno ve son sus iPhone, sus Apple Watch o sus Mac. Lo cierto es que el hardware es parte clave de su negocio, pero eso son solo "carcasas" para lo que importa de verdad, que sigue siendo el software y los servicios que se ejecutan con ese software.

Andreessen tenía razón, pero ahora creo que estamos empezando a ver un cambio de tornas. El software ya se comió el mundo. Ahora le toca a la inteligencia artificial.

Stable Diffusion es para mí el producto del año. Las inteligencias artificiales generativas son la 'killer app' que nos ha empezado a convencer de lo que pueden hacer estos sistemas, y ese motor destinado a la generación de imágenes es un buen ejemplo de ello. No es la primera —DALL·E 2 y Midjourney aparecieron antes— y seguro que no será la última, pero es que ese no es el único protagonista.

Bastante convincente.

De hecho, ayer OpenAI lanzaba ChatGPT, un chatbot basado en GPT3 que es capaz de responder a nuestras preguntas y reflexiones de una forma asombrosamente natural. De repente es como si las búsquedas de Google se hubieran quedado anticuadas, porque este motor responde a las preguntas y lo hace realmente bien.

Interesante: de momento nada de enlaces a sitios web externos.

Lo he probado todo, pero llevo viendo ejemplos variados y la verdad es que este chatbot es súper curioso. Tiene limitaciones, claro: no se sale de tono y es súper neutral (como debe ser) a no ser que lo intentes forzar un poco.

Como veis, el chatbot sigue la estela de la conversación. No he dicho nada de Cook en la segunda pregunta, pero entiende que sigo hablando de él, algo a destacar que de hecho Google ya hacía en su asistente hace tiempo. Aún así, las contestaciones tienen ese formato de "me lo está diciendo alguien" que le pueden poner las cosas chungas al buscador de los de Mountain View.

En muchos casos los resultados se asemejan a lo que te diría el asistente de Google —qué tiempo hace, qué edad tiene Tom Cruise, cómo hacer pollo al ajillo— y de nuevo mola cómo sigue la conversación de forma muy creíble:

Insisto: parece más joven, el muy cabr**.

Os recomiendo que jugueteéis con ChatGPT porque diría que este es el principio de una era en la que efectivamente veremos cómo el uso de este tipo de sistemas se hace más y más popular. Hay aquí muchos debates abiertos, éticos y sociales, y quién sabe si dentro de un tiempo esto de escribir un blog no tendrá sentido porque total, ya lo escribirá estupendamente una máquina.

Yo creo en cualquier caso que al menos durante cierto tiempo estos sistemas pueden ser una valiosa ayuda, un asistente para creadores que, eso sí, afectará de forma importante a diversos ámbitos profesionales. Que luego haya obras "100% hechas por humanos" que aseguren que no han usado estas herramientas igual acaba siendo germen de un arte "premium", pero a saber.

Lo dicho. La IA se está comiendo el mundo.

¿Ñam?

Imagen generada con DALL-E 2 y el prompt "artificial intelligence eating the world" y luego variación sobre uno de los resultados.