Pasado y futuro de Microsoft

Pasado y futuro de Microsoft
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Ayer se produjeron dos hechos que nos hablan del pasado, pero sobre todo del futuro de Microsoft.

El primero, el 30 aniversario de Windows, el sistema operativo que nació aquel 20 de noviembre de 1985 con una versión 1.0 que yo diría que pasó desapercibida en nuestro país. En internet, desde luego, no he logrado encontrar nada que haga referencia a aquel lanzamiento en hemerotecas como las de El País.

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El segundo, el lanzamiento definitivo del Microsoft Lumia 950 -el 950 XL llegará algo más adelante-, el móvil que quiere devolver a la firma a la lucha por la movilidad y que destaca no por su hardware -decente, pero no diferencial- sino por su software, con un Windows 10 y sobre todo un Continuum que plantean un nuevo paradigma en el futuro.

De ese pasado hubo pocos homenajes a pesar de ese aniversario tan redondo. Ni siquiera Microsoft dedicó un post en ningún blog oficial -no hay nada en el blog oficial de Windows, por ejemplo-, y solo vi un tímido mensaje en su cuenta oficial en Twitter. El repaso visual de The Verge fue breve (5 párrafos y una captura de cada versión) y no especialmente llamativo, el de Gizmoda USA patético, y aunque hubo algunos intentos en nuestro idioma (el de MalaVida sonaba demasiado a Wikipedia, no tenía alma) me sorprendió no ver algo más elaborado. The Guardian y The Register también lo intentaron, pero da bastante penita que ni siquiera sitios clásicos de nicho como WinSuperSite hicieran artículos tan pobres, y aquí tengo que también dejar claro que me quedé bastante patidifuso cuando no vi nada en Genbeta y sobre todo en Xataka Windows. Muy mal fatal.

Llego tarde y no la verdad es que no quería centrarme demasiado en eso: lo pasado pasado está, dicen, y de hecho lo más interesante de ayer fue probablemente el hecho de que por fin se pusieron a la venta los nuevos smartphones de gama alta de Microsoft. Y coincidiendo con ese lanzamiento, cómo no, los primeros análisis de medios especializados.

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El recibimiento de los Lumia 950 ha sido más bien frío, con análisis que se centran mucho más en lo que no hacen bien que en lo que sí logran en ese ambicioso proyecto de convergencia que Microsoft ha iniciado. Los terminales ciertamente no son lo más de lo más, y Microsoft ha cometido errores importantes con su falta de ambición en el terreno del diseño -lo de usar plástico en móviles de 600 dólares siempre ha estado mal visto- y desde luego en el de las especificaciones, con un sensor de reconocimiento de iris que como novedad mola pero que en móviles no tiene tanto sentido como el de huella dactilar.

Y luego, claro, está Continuum y la esperada capacidad de convertir al smartphone en un PC. Todos los analistas recalcan que hoy por hoy esa capacidad es muy limitada: solo podrás ejecutar algunas aplicaciones universales como Edge o la suite Office. Nada de Chrome, nada de Slack, nada de Twitter o Facebook como apps nativas (pero en todos esos servicios siempre podrás acudir a las versiones web), y además un sistema operativo que está aún un poco verde. Peter Bright escribía en Ars Technica que él tenía otro problema:

If I have to take the mouse, the keyboard, the dock, the HDMI cable with me wherever I go... I might as well take my laptop

Este chico no lo ha pillado. No se trata de llevarse los periféricos a todos lados si quieres usar el móvil como un PC. Para eso desde luego que un portátil te resuelve mucho mejor la papeleta. Se trata de que en puestos de trabajo "semipermanentes" la experiencia es perfecta. Uno suele trabajar durante años en el mismo sitio en casa o en la oficina, así que allí si suele haber un monitor, un teclado y un ratón esperando. Es en esos escenarios en los que el portátil puede no ser necesario, y donde un smartphone de estas características podrá reemplazar al equipo que utilizas a diario para trabajar porque todo lo que haces a diario podrás hacerlo con el smartphone.

Yo lo tengo claro: los nuevos Lumia 950/XL no son sustitutos de tu PC, portátil o tablet: esos productos siguen teniendo sentido en muchos ámbitos. Son una versátil alternativa que marca una pauta, una tendencia. Que nos hace ver un futuro en el que el centro de nuestra experiencia será el móvil y no el PC o el portátil como ha sido durante décadas.

En The Verge le ponen bastante más a caldo y le dan un 6,5 probablemente por su elevado precio (si hubieran usado metal o cristal seguro que la nota hubiera sido bastante mayor), por el problema de siempre -el catálogo de aplicaciones- o por ausencias que consideran inexplicables como como el soporte de relojes inteligentes o de sistemas de pago móvil, cuando ambas cosas son hoy por hoy más de nicho que otra cosa. Creo que aun admitiendo que esos factores son puntos en contra, la crítica es muy severa para una primera iteración de un producto con tanta ambición y (espero) tanto recorrido. Aquí es difícil no tener dudas sobre los baremos de esta publicación, que hace poco le puso un 8,7 a un iPad Pro que en el texto dejaban claro que tampoco era para tirar cohetes y del que criticaron claramente el estado de su sistema operativo.

Qué difícil es poner notas a un producto. Esperemos que Microsoft no se desanime tras el varapalo porque después de haber tocado el Lumia 950 brevemente hace unos días, creo que es un teléfono que merece una oportunidad. Y dos, y tres. Eso sí: probablemente su precio es efectivamente exagerado.