1 millón de iPads, o como hacernos callar la bocaza

1 millón de iPads, o como hacernos callar la bocaza
JobsiPad

Está claro porqué Steve Jobs está donde está y yo estoy donde estoy. 1 millón de iPads vendidos en 28 días demuestran que el fundador de Apple sabe lo que se hace, y aunque eso no es ningún descubrimiento, en cierto modo me ha decepcionado el increíble éxito del iPad. Porque eso demuestra que la inmensa mayoría de la gente, simplemente, no tiene muchas ganas de pensar.

Hace poco tuve la oportunidad de toquetear un iPad, y lo cierto es que su funcionamiento es, como esperaba, intachable: este iPod touch de gran formato funciona exactamente igual que lo hacen sus hermanos pequeños, salvo por el hecho de que cuenta con un microprocesador y un chip gráfico que ayudan un porrón a mover toda la interfaz con suavidad y a hacer que Safari o Google Maps carguen datos como por una banda ancha especial.

El iPad convence. Pero claro, convence especialmente a aquellos a quienes no cuesta demasiado convencer. No importan sus limitaciones, porque como suele ocurir con lo de Apple, el cacharro mola. Lo explicaba claramente un usuario del iPad el primer día de su puesta a la venta con un ingenioso mensaje en Twitter:

("Mi mujer me acaba de preguntar cuando se supone que la gente usará el iPad en lugar de su móvil o portátil. La mejor respuesta que pude darle fue 'Cuando quieras molar'")

Es cierto. Tener un iPad mola. Al igual que tener un iPhone molaba. Hasta me molaba a mí, pero poco a poco me fui cansando de esas zancadillitas que te van poniendo Jobs y Apple por todos lados. ¿Puede un usuario normal vivir con ellas? Por supuesto. Eso lo sabe muy bien Jobs, que no para de poner zancadillas y que aún así no para de forrarse a costa de un rebañito de ovejas que compra casi por inercia.

Lo más curioso de todo es que el lanzamiento del iPhone me pareció revolucionario. El del iPad, desde luego, no. Y aún así el iPhone tardó 74 días en vender un millón de unidades, y el iPad ha batido esa marca por goleada.

Lo dicho. Jobs ha conseguido cerrarnos un poco la bocaza. Que no quita para que no la abramos de nuevo.

O eso, o me compro un iPad ;)