¿Qué será lo más importante del iPhone 3G?: El software, no el hardware

Todo el mundo anda como loco (yo también me incluyo) ante la más que prometedora keynote que Steve Jobs ofrecerá esta tarde a las 19:00 horas (hora peninsular, una menos en las Islas Canarias) . La presentación del iPhone 3G, iPhone 2, o como quieran llamarlo (otra de las incognitosis) es segura, y lo único que queda saber es si todos los rumores se confirman y nos llega el verdadero iPhone todoterreno. Las ausencias tecnológicas que lastraban al iPhone actual desaparecerán con toda seguridad en los nuevos modelos, que según dicen dispondrán de:

  1. Conectividad 3G/HSDPA: al fin podrás conectarte a redes de datos móviles de banda "semiancha".
  2. Receptor GPS: ahora solo falta saber qué software habrá disponible, aunque ya se habla de geolocalización para las fotos como función nativa.
  3. Bluetooth de verdad, que todos podamos usar, no como el que había hasta ahora, limitado sólo a los auriculares Bluetooth de Apple.
  4. Más capacidad: el doble, según los rumores, luego contaremos con modelos de 16 y 32 Gbytes de memoria Flash no volátil.
  5. Mejor precio: afirman que por debajo de 200 dólares, y que el modelo de venta será idéntico al del resto de móviles del mercado.
  6. Nuevo firmware.
  7. Software
  8. Software
  9. Software
  10. Software

Los cuatro últimos puntos no se han colado por error: la gran revolución de los nuevos iPhones no será el hardware que incluyan, no. Me parece muy bien que por fin podamos disponer de modelos con conectividad 3G e incluso GPS, pero lo realmente importante de estos modelos es que se espera que por fin ofrezcan soporte para ese SDK con el que ya los desarrolladores llevan meses trabajando. Esa es la gran revolución del iPhone: las aplicaciones móviles.

Es una reflexión que confirma el estado actual del iPhone: este dispositivo cerrado (como todo lo de Apple) gana muchísimos enteros cuando uno lo libera y puede instalar aplicaciones homebrew de terceras partes. El número de aplicaciones "no oficiales" disponibles para el iPhone es asombrosa, y los repositorios de desarrolladores independientes no hacen más que crecer. Yo hace bien poquito me he instalado una aplicación que gestiona todos los resultados y calendario de la Eurocopa ("¿Podemos?") y la fantástica iPhone Video Recorder para grabar vídeo (de baja calidad, eso sí) con el iPhone.

Así pues, si los usuarios hemos comprobado las posibilidades de este dispositivo como verdadero ordenador de bolsillo con esas aplicaciones libres, no puedo ni imaginarme la magnitud del catálogo software oficial del que pronto dispondremos para estos móviles. No os extrañe ver pronto versiones para el iPhone de Office, Adobe Reader y otro gran número de aplicaciones indispensables para muchos usuarios empresariales. El soporte de servidores Exchange o los servicios Push Email de las Blackberry pronto estarán también disponibles para estos "iPhones 2.0", pero solo será el principio. También dicen que los juegos para este móvil harán que plataformas tradicionales como la Nintendo DS o la PSP tiemblen, y aunque no me he parado a pensar demasiado en ello, no veo prácticamente límites para un teléfono que en mi opinión se convertirá en la gran revolución de la telefonía móvil a muy corto plazo.

Ya veremos qué hacen RIM, Nokia, Motorola o Palm, que tienen en Google Android (e incluso a Windows Mobile, que trata de no perder comba) a una aliada muy interesante. Esa es la única salida que le veo a estos fabricantes para poder competir con esa gran amenaza que se cierne sobre todas ellas: el software. No la reproducción MP3. Ni la conectividad 3G. Ni la cámara de 5 Mpíxeles. Ni la recepción GPS. No. El software.